Todos sabemos lo beneficiosa que puede ser la relajación para nuestro cuerpo y nuestra mente. Proporciona un reposo profundo en el plano físico, mental y, por supuesto, espiritual.
Aunque muchas personas lo confunden,relajación y meditación no son la misma cosa. Así como la relajación es una técnica que se concentra en el cuerpo para liberar la mente del estrés, la meditación va un paso más allá: a través de la meditación se busca
el crecimiento espiritual, la transcendencia, la videncia, el alcance
de la comprensión de realidades a las que no tenemos acceso de un modo
inmediato, sino a través de años de práctica. Evidentemente, no
puede existir meditación sin dominar las técnicas más elementales de
relajación, por eso, una va asociada a la otra.
Parece increíble que algo que poseemos de manera innata,
la capacidad de relajarnos, se haya convertido casi en un lujo en el
mundo en que vivimos, donde todo es prisa y estrés.
Ese estado de casi “ingravidez mental” que
provoca una relajación profunda, abre la puerta a la revelación
espiritual, que generalmente está dormida en lo más hondo de nuestro
subconsciente. Alcanzar ese conocimiento místico de un modo consciente
es lo que perseguimos al realizar la meditación.
Todas las culturas practican la meditación, no sólo las más obvias, como las culturas de origen oriental, budista (zen, taoísmo…) o hindú. También las culturas que no asociamos tan directamente con ella, como el chamanismo, la meditación sufi de los musulmanes, e incluso la contemplación cristiana no son más que otros nombres para una misma búsqueda de la iluminación espiritual,
unas, desde el marco de una religión, otras no, como la realizada por
aquellos que practican la meditación para dominar ciertas artes
marciales o aquellos que quieren potenciar su videncia.
Lo que sí persiguen todos aquellos que practican la meditación es el propioautoconocimiento y alcanzar niveles de conexión cósmica y espiritual que pueden llevar a un nivel consciente de sabiduría profunda.
No importa si eres creyente, agnóstico o ateo, la
meditación llevará tus pensamientos a un nivel superior y ordenará el
caos que reina ahora en ella.
La práctica de técnicas de relajación, primero, y de meditación, más adelante, requiere de constancia y paciencia, pero sus beneficios, a todos los niveles, son innegables.
“La relajación física y mental está íntimamente relacionada con la alegría, la calma y el bienestar personal del individuo.“http://es.wikipedia.org/wiki/Técnica_de_relajación
La meditación, por su parte, ha demostrado ser capaz de:
“aumentar el cociente intelectual, mejorar la memoria e incluso cambiar partes del cerebro. Otros estilos de meditación otorgan igualmente distintos beneficios a la salud mental y física de sus practicantes, especialmente un mejoramiento de la inteligencia emocional y del sistema inmunitario.” http://es.wikipedia.org/wiki/Meditación
Siendo algo tan importante para nuestro
desarrollo espiritual y de autoconocimiento, es importante conocer
alguna técnica para realizar nuestras meditaciones.
En primer lugar, hay que crear un ambiente adecuado, que favorezca la relajación y la concentración. Un lugar cómodo, con una temperatura agradable y una luz tenue son ideales.
Hay quien prefiere el silencio, mientras que otros
prefieren la música para enfocar mejor. Si sois de estos últimos, este
video os encantará:
Si os cuesta relajaros, probad una técnica muy
sencilla al principio de la meditación: concentrad vuestra atención en
lo alto de vuestra cabeza y la cara y notad la tensión. Apretad con
fuerza los músculos de la cara, arrugadla y aguantad la tensión unos
segundos, luego, inspirad profundamente muy lentamente, y también
lentamente, aflojad la tensión muscular mientras sacáis el aire con
suavidad. Luego, rotad el cuello (no hace falta que sea un movimiento
amplio, pero sí que lo hagáis con mucha suavidad), sólo unos segundos.
Luego, tensad los músculos del cuello, aguantad unos segundos y volveis a
inspirar profundamente, y aflojáis los músculos poco a poco mientras
exhaláis el aire con lentitud. Haced ésto mismo con cada parte de
vuestro cuerpo, de la cabeza a los pies. Cuando acabéis, os sentiréis
como nuevos, profundamente relajados. Ahora ya podéis iniciar vuestra meditación.
Una vez relajados, es importante enfocar la mente:
la respiración, un pensamiento positivo, fijar la mirada en un punto o
una imagen sirven para ello. Respirad de modo profundo y pausado,
concentrando vuestra mirada en el vídeo y vuestra mente en la música y
dejad fluir los pensamientos libremente, así como las emociones que os
puedan surgir. No os quedéis pensando en ellos, deben fluir, no
estancarse, por lo quesi os dais cuenta de que estáis “pensando” en alguno de ellos, deberéis “dejarlo ir” de modo consciente (suele
bastar decirse “no” mentalmente y pasar a dejar la mente en blanco unos
segundos para hacer que vuelvan a dejar nuestra mente libre).Pronto
podréis percibir la energía fluyendo por vuestro cuerpo, y con la
práctica, los pensamientos y emociones ordenándose en vuestra mente.

Practicar la meditación varios minutos cada día
os hará un gran bien a todos los niveles, tanto físico, como mental y
espiritual. Marcará un punto de inflexión en vuestra vida.
Hay infinidad de métodos para practicar la meditación, escoged el vuestro y lanzaos a ello, os encantará.