Madrid, a 17 de Febrero de 2013
Como sabéis llevo una temporada no muy bien de salud y ahora que es el momento de hacerlo quiero explicar el por qué.
Me
consta que hay "compañer@s" de profesión que se dedican a hacernos
trabajos al resto y de un tiempo a esta parte me ha tocado a mí. No se
dan cuenta que estas acciones se les quedan muy grandecitas y que es
cuestión de tiempo que se les volteé. Y ha llegado el momento...
Yo
mismo sé quién es y qué me ha intentado hacer. Y digo "intentado"
porque no ha conseguido los resultados esperados. Ayer mismo una buena
compañera de profesión me lo confirmó. Sin decirnos nada sabíamos de qué
estábamos hablando. 30 segundos bastaron para abrirnos energéticamente
el uno al otro y ver como en un vaso de agua, con la misma claridad, lo
que hay.
Hasta hoy habéis conocido a un Rejko, que
simplemente se sentaba a esperar que todo se pusiera en su sitio pero ya
me he cansado. Sí, al igual que tú yo también tengo un límite y que
aunque grande, se ha superado.
He desempolvado escritos
que tenía protegidos y guardados por su naturaleza y su procedencia.
Los he sacado de la caja donde estaban guardados y me he puesto a
utilizarlos como en antaño, según manda la tradición y la Necromancia.
Eso es, Necromancia. Algo que siempre he procurado no utilizar salvo en
casos muy extremos o necesarios. Para quienes no sepáis qué es la
Necromancia os dejo una definición muy clara al final de esta nota.
Y
directamente a estos personajillos de tres al cuarto, que por leerse un
par de libros se creen elegidos o dioses, les he de decir que antes de
"trabajarme" se aseguren muy bien de a qué se enfrentan y de quién o qué
me proteje. Porque me veáis siempre con una sonrisa o bastante calmado
ante todo o más bien impasible a según qué cosas si fuerais esotéricos
reales (ni siquiera digo buenos) sabríais qué hay detrás de mí.
Ahora
me toca a mí mover ficha. Habéis empezado un "juego" del que ni
siquiera conocéis el nombre. Y sí, me encargaré personalmente de que se
os revierta todo lo que hacéis, tanto a mí como a gente necesitada a la
que estorsionáis diciéndoles que de no ser tú el que le realices "el
trabajo" te encargarás de que en su vida no haya más que muerte y
destrucción. Eres un sinvergüenza, sí... TÚ !!! Y me consta que me lees a
diario, que investigas mi vida y que aparezco en tu día a día. Te has
confundido de diana amigo, realmente TE HAS CONFUNDIDO.
Ya
es hora de decir basta. Arrepiéntete ahora que aún estás a tiempo de
todo lo que has intentado hacer porque dentro de muy, muy, muy poco YA
SERÁ MUY TARDE.
¿Qué me supone esto a mí? Evidentemente
algo que públicamente no puedo decir porque no resultaría éticamente
correcto, pero sé lo que he hecho, lo que hago y lo que haré. Los pactos
siempre tienen unas repercursiones y unos costes. Se abrirán puertas
que JAMÁS deberían abrirse pero que ahora servirán para que estos
personajes prueben de su misma medicina.
Ahora sabrás
lo que realmente es la Magia y el haber intentado jugar conmigo.
Disfruta de las pocas cosas buenas que tengas en tu día, del dinero que
has robado, de tus negocios, de tus amistades, relaciones, familia,
etc... porque me encargaré de que se esfumen como el humo de un
cigarrillo.
"NO LA HAGAS Y NO LA TEMAS"
"La nigromancia o necromancia
es una rama de la magia, considerada generalmente negra, que consiste
en la adivinación mediante la consulta de las vísceras de los muertos y
la invocación de sus espíritus, requiriendo según sea el caso del
contacto con sus cadáveres o posesiones. Etimológicamente la palabra
proviene del latín necromantia y ésta a su vez del griego νεκρομαντία
donde necros significa muerte y manteía profecia, adivinación. La
nigromancia es la disciplina o rama de la adivinación que se dedica al
vaticinio del futuro mediante la invocación de espíritus, es una
práctica antigua común a la tradición mística o sobrenatural de varias
culturas, entre ellas la egipcia, mesopotámica, persa, etc. Se ejercita
aún en la actualidad, en las sesiones espiritistas en que se busca
responder preguntas mediante la intervención de un espíritu. Este es un
ejemplo de nigromancia moderna."